Ayer tocó madrugón para ir a la playa, por evitar a las escuelas y por la marea. Pero fue uno de esos días en los que ya de camino a la playa sabes que las cosas no van a ir bien, culpa también de haber salido la noche anterior.
Al llegar a la playa, 3 personas en el agua y mucho frío fuera. Me puse el neopreno en tiempo record y bajé a la playa a echar unas carreritas para entrar en calor. El agua estaba bastante buena, de hecho se estaba mejor dentro que fuera.
Tras coger un par de olitas con el tablón me rayé y me salí. No estaba cómoda. Y como sabía que estaban a punto de llegar las escuelas con sus tropas le pedí a Golfiño Surf School una 7'0 de corcho. No sé que me pasa con estas tablas pero les tengo un cariño especial.
Volví a entrar en el agua mucho más relajada. Cuando ya estaba tiritando de frío y remontaba para coger "la última y salgo" esa mala sensación que tenía desde que salí de casa dejó de ser una sensación. Yo con la tabla en la mano sin moverme ya que me acaba de salir de ola y viene una niña en una ola, con una tabla de fibra, yo pienso "si sigue no pasa nada, la esquivo por detrás" y ella no sé en que piensa pero de repente me veo con que tengo que bucear por debajo para esquivarla. Así que, tapándome la cara, buceo y la niña se pone nerviosa y salta de tabla, con lo cual con el impulso de saltar (pienso yo, porque yo ya estaba buceando) me dan las quillas y he aquí el bendito traje Roxy de 3mm que me libra de una desgracia mayor.
Cuando emerjo me miro el brazo, sangre no hay, el traje no está rajao del todo, está como descosido, no pasa nada. Y la niña que viene pidiéndome perdón casi llorando.... En fin. Como se suele decir, todo pasó muy rápido y al final no sé de quien es la culpa, ni quién de las dos se llevó más susto. Pero, ahora sí que sí, me salí del agua.
Cuando emerjo me miro el brazo, sangre no hay, el traje no está rajao del todo, está como descosido, no pasa nada. Y la niña que viene pidiéndome perdón casi llorando.... En fin. Como se suele decir, todo pasó muy rápido y al final no sé de quien es la culpa, ni quién de las dos se llevó más susto. Pero, ahora sí que sí, me salí del agua.
Al final todo se queda en un susto, en una anécdota más. Pero como me había quedao con mal cuerpo, a la tarde salí a patinar aprovechando el escaso respiro que nos daba el clima con suelos secos. Me fui a Samieira, el asfalto deja mucho que desear pero patinar cerca de una playa tiene su encanto.
Ride safe!! :)