La útlima clase del año la dimos ayer con un baño en Vigo. Olas pequeñitas, como a mi me gustan. Tan a gusto, que el baño duró casi 2 horas y media. Felicidad. Por fin voy notando cómo evoluciono.
Y hoy, como despedida del año, la carrerita que llevo preparando un mes, la San Silvestre. Algo más de 4km corriendo por el centro de Pontevedra. El tiempo nos ha aguado la fiesta, literalmente, pero después de haber entrenado para ello, nada te puede parar.
Terminé la carrera en 26min 31seg, no mi mejor tiempo, pero con lo que llovía me siento orgullosa de haber vencido la pereza y haberla acabado sin parar de correr. Ahora tocará marcarse otro objetivo para no dejar de entrenar.
¡¡Feliz año a todos!!